Puede que, en alguna ocasión, hayas escuchado un sonido en la mandíbula mientras comías. Incluso, puede que hayas notado un pequeño chasquido. Si te estás preguntando qué puede ser eso que has notado, estás en el sitio adecuado porque es el tema del que vamos a hablar hoy en este artículo.
Actividades tan simples como hablar, masticar o tragar, son acciones que llevamos a cabo en nuestra vida diaria de manera automática, sin darnos cuenta de que es posible gracias a los músculos y articulaciones que se encuentran en nuestro rostro. Y es justo en el momento en el que nos lanzan una pequeña señal, cuando nos damos cuenta de que están ahí.
Oigo un sonido en la mandíbula, ¿qué me ocurre?
Un cambio en el funcionamiento de nuestra mandíbula que se prolonga durante un periodo prolongado de tiempo recibe el nombre de trastorno témporo-mandibular. Si escuchamos un sonido en la mandíbula o notamos un chasquido cada vez que abrimos y cerramos la boca lo habitual es que nos encontremos ante este trastorno. En esta situación, no debemos preocuparnos, simplemente solucionarlo porque, de lo contrario, podemos llegar a sentir dolor, no solo en la zona de la mandíbula, sino que también se puede trasladar a la zona del cuello y producirnos dolor de cabeza.
El trastorno témporo-mandibular puede estar originado por diferentes factores anatómicos o inflamatorios debido, por ejemplo, a un golpe, pero también puede deberse a causas psicológicas como el estrés.
¿Cómo puedo prevenir el trastorno témporo-mandibular?
Seguramente te estés preguntando si es posible evitar sufrir este tipo de problemas. La respuesta es positiva, por supuesto que sí, se puede, y además, es relativamente sencillo.
Existen dos puntos fundamentales a los que hay que prestar especial atención si queremos evitar sonido en la mandíbula, dolores o chasquidos indeseados. Por un lado, te recomendamos que los alimentos que elijamos para comer no requieran mucha tensión en la mordida. También puedes realizar una serie de ejercicios que te ayuden a descargar y relajar los músculos de la zona mandibular.
Por supuesto, como siempre decimos, cuida tu higiene dental, ya que de esta forma prolongarás la vida de tus dientes. La pérdida de piezas dentales también pueden provocar problemas témporo-mandibular.
Si ya estás en un punto avanzado en el sufres dolor en la mandíbula, te recomendamos visitar al dentista, quien te proporcionará un protector bucal para que utilices por la noche mientras duermes. Así, además de descansar mejor, reducirás la sobrecarga y, probablemente, en menos de 6 meses ya te habrás recuperado.
