Existe un miedo generalizado, al menos inicialmente, a ponerse un implante dental. De esto hablamos en su momento en un artículo sobre los beneficios de los implantes dentales, pero esta vez te vamos a explicar qué problemas puedes esperar de un implante dental.
¿Qué problemas puede causar un implante dental?
La respuesta es: ninguno.
Y con esto podríamos dar por concluido el artículo.
Pero vamos a fundamentar lo que decimos, para que no te quedes con las dudas.
Ciertamente, un implante dental es un elemento extraño en nuestra boca y cabe la posibilidad de que nuestro organismo rechace la pieza, caso que a día de hoy no es un problema, ya que para su producción utilizamos materiales biocompatibles, como son el titanio y el zirconio.
Por supuesto, tus cuestiones pueden ir más allá, así que vamos a resolver las preguntas que más solemos oír por parte del público.
¿Duele llevar un implante dental?
Ni mucho menos, ni en el proceso de oseointegración (que es cuando el implante se está integrando, como su propio nombre indica, al hueso), ni después, a lo largo del desarrollo de tu día a día.
¿Me dolerá al morder alimentos?
Los primeros días después de su colocación, es posible que notes que está ahí, porque hace notar su presencia, como ese cuerpo extraño que es, produciendo cierta sensibilidad en la zona.
Pero es más por la intervención que por el implante en sí mismo, así que no debes preocuparte lo más mínimo. En poco más de una semana, si no es antes, podrás masticar y morder cualquier alimento (pero no vayas a morder bocadillos de pan correoso, que es no es bueno ni para los dientes naturales).
¿Se me puede infectar?
Una infección producida por un implante dental es muy, muy, poco común. Piensa que si el dentista prevé cualquier tipo de infección derivada de la operación, te recetará antibióticos durante algunos días.
En caso de pacientes con una posibilidad más elevada de desarrollar una infección, el dentista tomará las medidas consecuentes, recetando la medicación pertinente para ello.
¿Me puede doler la cabeza por culpa del implante dental?
Ni mucho menos. De hecho, sería lógico que te doliese en caso de que el procedimiento de inserción haya sido especialmente largo; la zona dolorida puede irradiar dolor a las zonas adyacentes, o simplemente la misma tensión que puedas tener durante la operación te puede hacer tener luego cierto dolor de cabeza.
Pero nunca a causa del implante.
El implante existe para solucionarte los problemas que provoca la ausencia de tu pieza natural; en ningún momento supondrá una merma en tu calidad de vida.