Seguro que no has podido evitar fijarte en las fabulosas sonrisas de la alfombra roja cuando los mejores y más guapos actores de Hollywood posan ante las cámaras. Dan un pelín de envidia, ¿verdad? Pues tenemos noticias; muchas de ellas son falsas. Esos dientes tan blancos y tan brillantes no son naturales (sí lo son realmente, pero llevan carillas).
Las carillas dentales
Las carillas dentales son el recurso más utilizado para mejorar la sonrisa, ya que cambia la apariencia de los dientes notablemente, y es el favorito del el paciente, puesto que es indoloro y tiene variedad de beneficios.
La aplicación de las carillas es muy sencilla a la par que extremadamente cuidadosa. En ella, se adhieren unas finísimas láminas, de porcelana o nanocomposite, a la parte visible del diente. El resultado es una apariencia natural (más bonita), y con una dureza exactamente igual a la del diente al que está pegada.
Usos
El uso de las carillas es principalmente estético, tanto en rediseño de sonrisas, como en blanqueamiento y brillo.
Como ya hemos mencionado más arriba, para el desarrollo de una carilla óptima, que se adapte correctamente al diente, se emplean porcelanas y nanocomposites de la mayor calidad certificada en todo momento, que garantizan una durabilidad de hasta 10 años, o incluso más.
Así que, puedes estar tranquilo: tus dientes no son feos, son normales. Lo que ves en televisión no es real (rara vez lo fue) y tienes a tu alcance la sonrisa de Brad Pitt, aunque la cara de Brad Pitt ya es otra historia.
El color real de la dentina es amarillo, por lo que no debes preocuparte si ves tus dientes así. Además, el esmalte tiende a teñirse cuando consumimos café, chocolate, o alimentos ácidos. Ante ello, la solución es una buena limpieza realizada por un profesional y, quizá, un blanqueamiento dental para el corto plazo no es mala idea. Pero, si lo que quieres es una solución en el largo plazo, las carillas dentales son siempre la mejor opción.