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Trucos de blanqueamiento dental que no debes intentar si quieres conservar los dientes

A todos nos gustan las sonrisas bonitas. Somos así, sentimos atracción por lo objetivamente estético. De ahí que nos gusten los dientes perfectamente blancos que vemos en las revistas, la tele, el cine y las redes sociales. Si bien ya hablamos en su momento del tema de los dientes perfectos de actores y modelos, hoy hablaremos de esas técnicas low cost que aseguran un blanqueamiento dental.

Seguro que te suenan esos truquis, life hackstips que proliferan en las redes sociales, siempre presentados por algún joven influencer con una sonrisa de 10.

Pues bien, estos truquitos tan perfectamente descritos en los vídeos no suelen ser, al menos la mayoría, dignos de seguir, pues pueden estar causando un problema del que nos arrepentiremos en el largo plazo.

Ojo a los consejos de blanqueamiento que ves en las redes sociales

Entre los ejemplos más conocidos, están aquellos en los que utilizan bicarbonato para el blanqueamiento dental, o agua oxigenada para el mismo efecto. De la misma forma que se recomienda lavar los dientes con agua y sal para acabar con el sarro, estas tres prácticas son una muy mala idea.

Veamos por qué.

Bicarbonato

Aunque este elemento sea poco abrasivo, en el largo plazo puede producir un desgaste brutal del esmalte dental. Y en el corto plazo tiene más de placebo que de solución verdadera para el blanqueamiento.

Agua oxigenada

Vamos a matizar algo, el agua oxigenada es peróxido de hidrógeno al 3%. Y el peróxido de hidrógeno se utiliza en los tratamientos de blanqueamiento dental.

Ahora, el porcentaje de peróxido de hidrógeno utilizado por los especialistas es muy inferior a ese 3%. Nuestra recomendación es que no entres en experimentos, porque los efectos que puede tener en tu boca van desde la abrasión dental excesiva, a la sensibilidad dental permanente, pasando por el desgaste dental y la irritación de las partes blandas de la boca.

Sal para el sarro

Por favor, no lo hagas si no quieres someterte a un tratamiento más serio que una simple limpieza. La sal, durante el cepillado, araña el esmalte dental, dando una puerta de entrada al diente a toda aquella bacteria perniciosa.

Siempre será mejor acudir a un especialista

Para cualquier cosa más allá del cepillado, el hilo dental, el irrigador bucal y el enjuague, ve a un especialista, por favor.

Quizá pienses «Claro, esto lo decís porque os lucráis con estas cosas.» Ni mucho menos, a nosotros nos viene mejor que pierdas todos los dientes, así te hacemos unos nuevos.

Esta información te la damos para que no sacrifiques tu salud bucodental por seguir una moda pasajera.

Para empezar, aunque es más bonita una sonrisa blanca, el color real de la dentina es amarillento, así que no debes agobiarte. Y si quieres un blanqueamiento, siempre es mejor que lo hables con tu odontólogo.

Y para seguir, nuestro compromiso con la salud es total. En este blog encontrarás los mejores consejos, redactados por técnicos, para mantener una buena salud bucodental.

Para terminar, el precio de una limpieza, de un blanqueamiento, e incluso de un curetaje, es más barato que el de un diente nuevo.

Tenlo en cuenta siempre.

Y si pierdes un diente, o dos, o todos. Tranquilidad, que nosotros hacemos obras de arte dental.