Si bien la semana pasada dábamos una breve clase de Historia de la Prostodoncia, en cuanto a materiales se refiere; hoy hablaremos de nuevos materiales, los que usamos actualmente para fabricar las prótesis dentales más realistas que jamás se han visto. Ahora, zirconio y biocomposites dominan la actualidad del sector. Y no es para menos, vamos a conocerlos un poco más.
Zirconio y biocomposites, el futuro de la prostodoncia (por el momento)
Zirconio y biocomposites, lo primero quizá te suena; probablemente, lo segundo no mucho. Como ya habrás oído o leído, el zirconio es un elemento rodeado de cierta polémica: ¿es una cerámica o un metal?
Realmente, el zirconio es un metal, pero en prostodoncia, al igual que en odontología, no lo es. Quizá te preguntes que cómo es esto posible. Bueno, básicamente, el zirconio es un metal, pero lo estabilizamos con otros materiales: el ytrio es uno de ellos, por ejemplo. Y es mucho más sencillo decir «prótesis de zirconio» que «zirconia tetragonal policristalina estabilizada con… ytrio». Para nosotros es lo mismo, pero para el paciente pueden saltar las alarmas.
Es un error común pensar que se implantan elementos sin tratar previamente en extremo. Por supuesto, cada elemento y material utilizado, pasan un riguroso control, se estabiliza, se alea, se hace lo que deba hacerse para que el resultado sea en todo momento un paciente feliz.
Y volviendo al elemento que nos ocupa: las prótesis de zirconio presentan una serie de ventajas realmente interesantes con respecto a otros materiales, como pueden ser:
- Su aspecto es absolutamente natural, algo que en estética se valora enormemente.
- Tiene una biocompatibilidad máxima.
- Presenta esa ligera translucidez de los dientes naturales tan característica, lo que hace que no destaque del resto.
- Nuestros sistemas CAD/CAM pueden manejarlo a la perfección.
- No es susceptible a toda la problemática de una prótesis dental fabricada con metal (no hay mal sabor, no conduce la electricidad, es hipoalergénico, no conduce calor ni frío).
- Y la placa dental obvia su presencia, no se le adhiere.
Con esto, las ventajas del zirconio son más que evidentes.
Y, aunque hemos hablado de zirconio y biocomposites, debes saber que el zirconio es un biocomposite en sí mismo: Biocomposite significa biocompuesto, y el zirconio es un de ellos, concretamente es una biocerámica bioinerte.
Los biocomposites
Sabiendo ya que zirconio y biocomposites son familia, pasamos a definirlos y mencionar algunos. Los biocomposites, y más alineado con el tema que tratamos, las biocerámicas, son materiales perfectamente compatibles con el organismo en que se van a integrar.
Dentro de las biocerámicas, tenemos las bioinertes y las bioactivas.
Las biocerámicas bioinertes, entre las que se encuentra el zirconio, no se pueden unir orgánicamente al tejido, por lo que el cuerpo no las absorbe. No producen alergias ni reacciones secundarias.
Las biocerámicas bioactivas, por otro lado, interactúan con el tejido. Un ejemplo de ello son los composites y los nanocomposites.
Y dentro de los composites con fines de estética dental, tenemos las resinas compuestas, por ejemplo. Pero ese es otro tema que trataremos en futuros artículos.
El objetivo de esta semana es el de acercarte a los materiales de actualidad en el sector y, por supuesto, tranquilizarte en caso de que tengas que realizarte un implante con su debida prótesis dental.
Ya puedes pensar en algo que realmente deba tener tu atención.
(De nada).