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Preparación del metal para cerámica en prótesis dentales: claves para una unión perfecta

La correcta preparación del metal para cerámica en el sector protésico es un paso crítico para garantizar una adhesión óptima y evitar defectos como los temidos «huevos fritos» u «ojos de rana». Un correcto desengrasado, el uso adecuado del vapor de agua y la gestión de la oxidación son esenciales para lograr resultados de alta calidad y durabilidad.

En este artículo, explicaremos las mejores prácticas para preparar el metal antes de la aplicación de cerámica, evitando errores comunes que pueden comprometer la adhesión y la estética de la prótesis.

La importancia del desengrasado en la preparación del metal para cerámica

Uno de los primeros pasos en la preparación del metal para cerámica es la eliminación de residuos y grasas de la superficie. Para ello, los laboratorios utilizan dos herramientas clave:

  • Ultrasonidos: Ayudan a eliminar impurezas microscópicas y residuos de mecanizado.
  • Vapor de agua destilada: Es la mejor técnica para purificar la superficie y garantizar una adhesión sin contaminantes.

Un consejo: Asegúrate del mantenimiento regular de la vaporeta y el uso de agua destilada para evitar la acumulación de residuos sólidos que puedan afectar la limpieza del metal.

Eliminación de impurezas 

Para garantizar una adhesión firme entre el metal y la cerámica, es fundamental aplicar un chorreado con óxido de aluminio de 250 micras, a una presión de entre 3 y 4 bares. Este proceso genera una textura superficial adecuada para la unión cerámica-metal.

Es importante que el chorreado se realice antes y después de la oxidación, asegurando que no haya residuos ni óxidos irregulares en la superficie.

Oxidación del metal: ¿es necesaria?

El proceso de oxidación genera dudas en muchos laboratorios. En realidad, no es un paso imprescindible, pero puede servir como control de calidad:

  • Si la coloración del óxido es uniforme, el proceso de limpieza y preparación ha sido correcto.
  • Si hay variaciones en la coloración, es señal de contaminación y se debe repetir el proceso de limpieza y chorreado.

Dato clave: Si se decide realizar una oxidación, es imprescindible chorrear nuevamente antes de aplicar la cerámica.

Aplicación del opaquer: evitando errores comunes

El primer paso en la aplicación del opaquer no debe ser cubrir el metal completamente. Se recomienda una primera capa fina y homogénea que actúe como anclaje, evitando que la cerámica se desprenda por contracción.

A continuación, se pueden aplicar capas más gruesas para lograr la opacidad deseada, pero siempre siguiendo una correcta programación de cocción.

Rampas de temperatura: clave para evitar deformaciones

Uno de los errores más comunes en la cocción del opaquer es subir la temperatura demasiado rápido. Para los metales procesados por láser, la velocidad de subida recomendada es de 55°C por minuto.

Si se incrementa la temperatura demasiado rápido (por ejemplo, a 100°C por minuto), la transmisión térmica puede generar tensiones internas que afecten la estructura del metal y la adhesión de la cerámica.

Consideraciones finales

La correcta preparación del metal para cerámica en prótesis dentales es un proceso que requiere precisión y atención a los detalles. Desde la limpieza inicial hasta la cocción del opaquer, cada paso debe realizarse con rigor para evitar defectos en la adhesión.

Siguiendo estos protocolos, los laboratorios pueden garantizar restauraciones estéticas, funcionales y duraderas, optimizando el trabajo en cerámica y mejorando la satisfacción del paciente.

Proceso completo explicado de la mano de Saúl Gamero Hernandez, CEO de CNC Dental y Federico Ramón Arranz de Bego Iberia pinchando aquí.