Sí, has leído bien el título. En el artículo de hoy, vamos a enseñarte a recuperar un diente que se te haya caído (eso sí, debido a un golpe). Sí, también puede extrañarte el hecho de que, siendo especialistas protésicos (dedicándonos a producir piezas dentales), te digamos cómo evitar ponerte un diente falso.
Bueno, no nos cansaremos de decir que más allá de los objetivos empresariales, tenemos una clara vocación por la salud bucodental. Y esta es una buena muestra de nuestro compromiso, ¿no crees?
Dicho esto: Sí, vamos a decirte qué es lo que debes hacer exactamente si, por el motivo que sea, se te cae un diente (algo que esperamos que no pase nunca, porque el susto es de antología).
Conoce el concepto avulsión
La avulsión es la forma técnica de denominar a la lesión que produce un golpe, teniendo como consecuencia que la pieza dental salga de su sitio (de su alveolo).
Un diente avulsionado es esa pieza dental que sale de su casilla, por decirlo de alguna manera más sencilla, por completo; es decir, sin dejar ningún trocito en el hueco.
Bien, para que una avulsión no suponga la total pérdida de la pieza, y la consiguiente llamada de tu dentista a nuestros laboratorios, debes actuar con rapidez y mente fría.
Por supuesto, el nerviosismo hará aparición, pero si sabes cómo proceder, la situación no tiene por qué quedarse sino en una anécdota que contar en los postres.
Cómo salvar un diente que se ha caído
Que el diente se salga de su sitio (reiteramos, por un golpe) puede no ser un problema trascendente si actúas con determinación. Si sigues los siguientes pasos al pie de la letra, será posible una reimplantación dental.
Por supuesto, para que la reimplantación dental sea un éxito, esta situación debe recoger una serie de condiciones que la favorezcan; como es que el diente se haya protegido de forma adecuada justo después de su caída, que el ligamento periodontal sea visible en la superficie de la raíz y que no haya pasado más de una hora (como máximo) desde su caída.
Tras este preámbulo, vamos a la parte teórica (que esperamos que no tengas que poner en práctica).
Aprende cómo puede reinsertarse un diente
Por supuesto, tras estos pasos, lo primero que debes hacer es acercarte al dentista más cercano, o a tu dentista de confianza, para que ponga en marcha el protocolo para la recuperación de la funcionalidad del diente.
Vamos a hacer un desglose de los pasos para reducir el margen de error al máximo:
- Saca el diente con cuidado de la boca, o cógelo de donde haya caído. Pero cógelo con cuidado, tocando solo la corona; en ningún momento toques la raíz.
- Lava el diente. Pero no lo laves con jabón, ni lo frotes. Elimina la suciedad enjuagándolo con agua o con leche.
- Con mucho cuidado, fijándote bien en la orientación del diente, vuelve a encajarlo en el alveolo. Si no puedes encajarlo con facilidad, no fuerces la entrada: sumérgelo en agua, leche, una solución salina estéril o, si no encuentras nada de eso alrededor, métetelo en la boca (así mantendrá la humedad).
- Seguidamente, coge una servilleta de tela o papel, una gasa o un pañuelo y muérdela para fijar el diente. No dejes de morder hasta que el dentista te lo diga.
- Tu parte delicada del trabajo está hecha. Ve al dentista inmediatamente para ser atendido y salvar el diente.
El dentista sabrá qué hacer
En la consulta, el dentista tratará el diente para su correcta reimplantación. Con esta técnica podrás recuperar la sonrisa y el humor, aunque no cabe duda que te dolerá (pero no por la operación, sino por el tratamiento).
Es posible que vayas a la consulta y el dentista te diga, siguiendo un criterio profesional, que no se puede salvar la pieza dental. En tal caso, no te preocupes, no es el fin del mundo; aquí estamos para diseñarte un diente nuevecito.
Sea como sea, es un diente. No dejes que ocupe tu cabeza con pensamientos negativos: en CNC Dental tenemos la solución.